domingo, 27 de septiembre de 2009

¿Qué demonios es la música popular?

Oigase bien:

Cancion: Pop Muzik.

Artista: M.

Album: New York • London • Paris • Munich (1979).

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Desde hace un par de meses, me he visto a gatas para expresarme con fluidez acerca de la música. No es debido a mi pobre léxico, ni a mi intento, digno de un narrador de futbol de la peor estirpe, de intentar parecer más culto de lo que realmente se es, utilizando palabras floridas y extravagantes. La culpa, como de costumbre, la tienen los medios de comunicación.

Y es que los infames editores de contenidos de radio y televisión. [1] se les ha ocurrido que el mejor nombre que podría recibir la música que hacen el Johnny Rivera [2] et al, es el de “música popular”. ¡Qué horror!, la misma expresión lo dice, música popular es toda aquella música que surge de las practicas musicales del pueblo, y que oye el mismo pueblo, en contraste con la música académica (Clasica, Jazz, etc), que es interpretada, y mayormente escuchada en ámbitos más “educados”, musicalmente hablando.

Siendo así, se podría clasificar desde The Beatles de Liverpool hasta Los Carrangueros de Ráquira dentro de la gran categoría de “música popular”. Pero ahora esto resulta imposible, ahora evito usar a toda costa esta locución, para prevenir que mis interlocutores hagan referencia a aquella música apologista de la cultura narco-mafiosa, y me salgan con chistecitos pecuecos como “yo no sabía que Led Zeppelin y el Giovanni Ayala hacían el mismo tipo de música”.

Algunos se habrán dado cuenta que es un claro motivo de burlas, cuando uno intenta hablar sobre “la música popular, ósea la que hace el pueblo del común y que oye el pueblo del común pero que no es música popular, pero sí lo es, o sea que… del mismo modo, en el sentido contrario”.

Por eso, he venido con algunas propuestas para evitar el uso indebido de la expresión “música Popular”. Entre ellas, que se renombre el género, al parecer fundado por el charrito negro (¿Black Charrat?) con otro nombre. Algunas sugerencias son:
• Soft Corridos/ Soft Carrilera
• Narco Ranchera
• Música de Aguardiente
• Narco Pop

Y en fin, que deben existir muchos nombres mejores para este tipo de música.

Por ahora solo me resta decir: al Charrito lo que es del Johnny, y al mundo lo que es la música popular (pueden agregar al final de la frase un “que llaman”, para que se oiga más contundente).

[1] O a quién demonios le competa dicha labor.

[2] digo “el Johnny Rivera” y no “Johnny Rivera”, porque alguien con un nombre y un garbo como el de dicho individuo no merece ser llamado de otra manera. Si les parece, hagan de cuenta que es como cuando uno dice “Sir Paul McCartney”.

Emmanuel Ariza Ruiz
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domingo, 20 de septiembre de 2009

Muerte al fútbol

Dejémosle vivir a punta de glorias pasadas a los Griegos. La mitología colombiana está plagada de piernas robustas, delanteros legendarios, gladiadores del medio campo y peinados extravagantes (por no decir apodos extravagantes).

El deporte que abrió las puertas a través de la puerta de oro de Colombia agoniza como si fuera un mito fundacional: el mundo aparece de la nada, crecen las cosas, el desorden se corrige por una mano divina, viene el mesías y llama la atención por los pecados, el mundo se acaba… Me apego a esta transición final para pararme sobre las aguas y gritar: ¡que se acabe el fútbol! ¡Que muera y que su estocada final abra los cielos para la llegada de la edad de Acuario!
¿Sucederá? ¿Lo predijeron los Mayas para el 2012, es decir, para después del próximo mundial? Tanta dicha no podría tener dimensiones universales, pero para Colombia se está cumpliéndo a cabalidad. Hay esperanza.

El fútbol soccer debe desaparecer de la agenda mediática nacional porque gasta energías humanas e industriales en un espectáculo que no tiene nada más que contar. El hecho de que no podamos medirnos internacionalmente contra otros equipos, pero si dentro de un exiguo campeonato local, equivale a decir que siempre puedo emocionarme discutiendo con mi perro, al que siempre le puedo encontrar el quiebre a sus argumentos.
¿Para qué sostener (porque el cómo lo hay, maldita sea) un espectáculo (sí, un espectáculo) que no construye una cultura deportiva, sino que avoca a la masa frustrada a un continuum de fracasos y promesas incumplidas?
El circo divierte porque los payasos hacen reír, los animales hacen lo suyo, maltratados y vulnerados, claro está (de esa otra detestable desgracia que son los circos hablaré después), y la fanfarria es sonora y entretenida. El fútbol en Colombia es lo mismo, un abrevadero de lo obvio y un show de excentricidades que lo alejan a uno de la podredumbre del estado fallido que soñaron los regeneradores. Porque en Colombia no se juega por competir, o por lo menos no deportivamente, sino para innovar en las finas artes del hat-trick y de los pases elaborados. Ganar es accesorio. Se gana para hacer vitrina para los clubes del primer mundo futbolístico (o sea de Venezuela para allá). El subdesarrollo del balón es auto-inducido y regresivo. No va a ninguna parte y añora un pasado que quiso ser futuro, pero que es un espejismo del presente, que fue mejor en el pasado, pero quería ser futuro y… ¡carajo! Es la lógica del absurdo. Es otro burdo espectáculo, y que no se diga más, caballero.

Ahora, que pretender reducir el fútbol a un espectáculo es fatal. Es un deporte y como tal, exige competencia y un saber práctico dentro de la cultura del trabajo en equipo. Pero el caso particular colombiano demuestra haberlo olvidado, y el teledrama de la seleción, por ejemplo, madura con el tiempo a un culebrón de magnitudes americanas (¿o una tragicomedia?): Tenemos, o tienen, ustedes, el jugador profesional más viejo del mundo; una de las selecciones nacionales peor catalogadas en el ranking mundial; Los equipos están en la quiebra porque la boletería está mal, contrastando con el tamaño de la fanaticada (grupos religiosos fundamentalistas que se matan por sus equipos) que acude aborregada a estadios pegados con babas.
Para colmo, gracia divina, tenemos tenistas, golfistas, bolicheros, patinadores, equipos de Baloncesto, de Hockey, Salsa, ciclistas, pesas, boxeadores, clavadistas, corredores de autos, ajedrecistas, y un millón de gente talentosa, que no lo será tanto pero que al menos saca la cara por el país. ¿Qué estarán haciendo ahora? Triunfar, tal vez. O entrenar para ser mejores. Dudo que alguno esté evaluando el caballo al que se trepará en la próxima feria, o asistiendo a la fiesta privada en la cárcel-casa-palacio-emporio de algún prófugo de la ley. Colombia tiene una deuda inmensa con sus deportistas, y es el momento justo para empezar a saldar la cuenta de cobro.

Yo sé que este deseo sí me lo puede cumplir la selección el próximo partido. Por favor, te lo ruego, te lo pido: PIERDE. Pierde con ganas. ¡Fracasa! Soy colombiano, una vergüenza más no me pesa. Pierde con toda, por favor. La gente está muy cerca de mamarse. Hay escuelas de todos los deportes proliferando. La semilla ha sido sembrada. ¡Falta el descontento popular! Aunque aquí somos malos, si de reaccionar frente al descontento se trata, sé que es más importante a estas alturas tener algo de fiar para permanecer emocionados y lejos del averno.

Tengo mucha esperanza. El fútbol morirá. El fútbol TIENE que morir.


Luis Almonacid
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jueves, 17 de septiembre de 2009

¡¡¡OHH los 'chicos' de ahora!!!


Leyendo el periódico el otro día, me entere de los enfrentamientos entre menores de edad en la zona despejada del C.C. Hayuelos. El artículo decía que los chinos estos estaban tomando, que el agarrón duro más de una hora y que todos los que estaban ahí y no eran parte de la lucha simplemente se quedaron de espectadores. Por las muy borrosas fotos tomadas por un celular era posible ver que la mayoría eran lo que podemos llamar chicos pop* porque todos tenían combinaciones de ropa dignas de un daltónico crónico, y que estaban mas tiempo unos insultándose a los otros que realmente partiéndose la cara (lo cual es lamentable porque de lo contrario entre ellos ya se hubieran acabado)

La primera pregunta que me surgió fue: ¿Cómo es que menores de edad, que supuestamente se creen gemelitos y bien, se den en la jeta unos con otros? Mi primera referencia para responder la pregunta fue “yo no era así”, si bien considero que los tiempos cambian, no me cabe aun en la cabeza el porque de esta actitud, sobre todo porque los chicos pop siempre pretenden dárselas de lindos, de ‘cools’ y arregladitos. Pensé entonces en el licor y en sus consecuencias, algo de mayor peso y demás, pero retomando la actitud de estos chicos pensé en que si se las dan de ser TAN BIEN ¿por qué no toman en una casa o en un sitio de verdad ‘bien’? Pues eso es más bien ¿no? Pero luego fui mas a la raíz y pensé que si son menores de edad debían aun depender de sus PADRES, y ahí se me complico aun mas la cosa.

Aquí hago un pequeño paréntesis: Mi padre me enseño ciertas cosas acerca del consumo del alcohol: “Nunca tomes con gente desconocida porque uno no sabe como actuara cuando este borracha. Tomar sirve para cambiar de ambiente, por eso nunca he logrado entender a los que se las pasan en esas” ni yo tampoco aun “Esta bien salir a tomarse sus tragos pero procurar siempre ser medido, y ya en el caso extremo que uno tome mucho una noche, porque puede pasar, procurar que sea en un sitio donde no haya peligro de hacerlo, no en la calle o un bar cualquiera porque uno se expone unos peligros inimaginables, sobre todo en esta ciudad” yo particularmente soy mas extremista y cuando tomo de más jamás lo hago en un sitio que no sea mi casa o en caso extremo la de alguien de mucha confianza.

Después de pensar en lo anterior pensé que tal vez a muchos de estos chinos jamás les dijeron cosas semejantes y que tomaron y toman licor con malas compañías. Pero entonces pensé en le discernimiento de cada uno y me parecía imposible que ninguno pensara en un limite para todo esto, que no se diera cuenta que consecuencias puede traer consigo cada pelea de estas, pero, de nuevo, en mi mente se poso la idea de que uno no puede pedirle peras al olmo, y que si ellos están en eso cada sábado (porque parce que lo cogieron de bate) es porque no pueden pensar en cosas diferentes, mas productivas y que a la vez disfruten; no pueden pensar en esto porque su nivel intelectual no se lo permite, que si alguna vez conocieron a alguien que tal vez si lo hiciera, para ellos les resultaba mas fácil decir “ese Hp se cree el putas” o “No pues, que haremos con el serio este que se las sabe todas” y no intentar entender.

Escribo esto porque siempre he tenido un profundo odio a esa actitud que domina a la juventud, esa del facilismo, la rumba permanente y que todo va cambiar para bien porque… porque si. No creo que muchas personas que tengan este tipo de situaciones lean esto, pero para aquellos que lo lean -soy muy pretencioso en esto- será realmente útil para ver de otra manera lo que se vive hoy en día. Tal vez algunos sean mas optimistas con estos chicos pop, a mi realmente no me interesa, esto me da más posibilidades a mi. (¿De que?, pos piensen y me responden por acá. O si no les gusto algo igual, o si les gusto mucho y quieren mi número y una foto autografiada… mm... también.)

*Chico pop: Dícese del sujeto o sujeta con daltonismo crónico a la hora de vestirse; con la maña de peinarse el pelo como lambida de vaca; que se cree único, irreverente y diferente, pero que al final termina pareciéndose a la mayoría y de una manera bestial; que le quito la gracia a la electrónica porque paso de ser la música que uno bailaba como se le diera la gana (pero con ritmo) a que todos la bailan igual y en grupo cual grupo de porristas (no estoy en contra de ellas, es solo que es diferente bailar a hacer una rutina de porristas); que dejaron sin sentido alguno a las palabras amor, amigo, querer y demás que denoten cariño hacia alguien; que se acabaron de tirar el idioma porque cuando a uno le hablan uno no les entiende; que ya sean hombres o mujeres se aplican tantos polvos que si se caen o se pegan en la cara se levanta un polvero peor al que hay debajo de la cama; y que en su búsqueda de irreverencia se toman las fotos de las maneras más anti anatómicas posibles y anti estéticas, porque parecen monstruos de película y a uno le dan ganas de preguntarles: ¿Por qué putas mira tan mal a la cámara, le hizo algo o que?

Juan Andrés
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domingo, 6 de septiembre de 2009

Las mejores peores canciones II


En este espacio mencionaremos algunas de las canciones más horribles, insalubres y triviales, que sin embargo no podemos dejar de oír sin esbozar una sonrisa.

Dios mio, ayudame! ♪♪

PRÍNCIPE A MI MODO
¿Qué pasa si cogemos “Anarchy In The UK” de los Sex Pistols, y le exprimimos toda la carga agresiva que pueda tener? Pues nos queda este himno al conformismo llamado “Príncipe a mi modo”, interpretada por Fernando Burbano, todo un galán de tugurio que “se divierte consiguiendo su sustento y sus amores”, me resulta imposible no imaginarlo tratando de seducir a la dueña de la tienda del barrio para que le fie el desayuno.

A diferencia de las demás canciones de su estilo, el videoclip de esta canción carece de autos deportivos, caballos, fincas, mujeres voluptuosas y cualquier otro indicio de patrocinio traqueto.



TORRES GEMELAS
La obra maestra de la chabacanería, gracias a esta canción entendí el verdadero significado de “producción de bajo presupuesto”. Recurriendo a la poesía libre y a unos teclados de juguete, y luego de una mañana completa mascando hojas de coca, Delfin Quishpe logra componer este adefesio lirico-musical.

Este déspota de la canción no solo pasa por encima de todas las reglas gramaticales y musicales, sino además transgrede cualquier concepto de estética. En el videoclip no faltan los montajes evidentes, tomas mal hechas, e incluso un letrero con un número de teléfono que dice “contratos”.

¡Dios mío, Ayúdalo!



DE VEZ EN MES
Una canción Absolutamente Pornográfica y grotesca. No sé en qué momento se le ocurrió a Ricardo Arjona que podría ser divertido hablar de la menstruación femenina. Por dar un ejemplo, la primera estrofa habla únicamente de la mancha de sangre que dejan las mujeres en la cama cuando menstrúan, con frases absolutamente ridículas como “de vez en mes un detergente se roba el arte intermitente de tu vientre y su creación”.

Y la cosa no para ahí, creo que Arjona estaba haciendo un curso rápido de ginecólogo, porque le interesaba revelar todas las implicaciones del periodo femenino en sus liricas, “la cigüeña se suicida”,” El cielo te roba el milagro”, “De vez en mes no hay quien te aguante y es tu pecado estar distante y otro peor quedarme ahí” son muestras de ello.

Como era de esperarse, el video es igual de cursi, unas fotografías rodeadas de chispitas (Seguramente a este tipo se le ocurrió que así menstrúan las hadas, no se me haría raro) y una chica que sufre de cólicos (me imagino).

No, la canción no es bonita, no tiene nada de poético ni loable escribirle una canción a un suceso tan íntimo como ese. Me parece tan o más horrible esta canción, como si a alguna mujer se le ocurriera escribir una canción sobre la eyaculación precoz con versos ridículos como “cuando me amas, tu liquido vital se va pronto, y tu amiguito se queda dormido”.

Opinen, no se queden callados, sugieran sus mejores peores canciones para sacar una nueva población.




Emmanuel Ariza Ruiz
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